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El síndrome del edificio enfermo

El síndrome del edificio enfermo

El síndrome del edificio enfermo 1920 1440 Neteges Bages

El síndrome del edificio enfermo, ¿Qué es, qué lo provoca y cómo se soluciona?

La mala elección de materiales a la hora de construir un edificio, una pésima praxis durante el proceso constructivo, la falta de regularidad de la limpieza de los conductos de aire, un nulo mantenimiento y la escasa limpieza del resto de las instalaciones son los principales agentes que provocan que un edificio enferme. A este fenómeno se le conoce como el “Síndrome del edificio enfermo” y afecta a las personas que trabajan o habitan en ellos causando algunas enfermedades que pueden llegar a convertirse en crónicas.

Los edificios de oficinas viejos no son los únicos que sufren esta enfermedad, también pueden verse afectados los bares, restaurantes, hoteles, residencias, cocinas, escuelas, oficinas…


¿Cuándo nace el concepto de edificio enfermo?

Antes de hablar del cuándo es importante definir el concepto: un edificio enferma debido a los elevados índices contaminantes que se concentran en su interior, algo que no afecta únicamente al edificio en cuestión, sino también a las personas que pasan muchas horas en su interior.

Se trata de una enfermedad contemporánea que se descubre a finales de los años 70 en Gran Bretaña, cuando un importante número de personas que trabajaban en los diversos edificios de oficinas empezaron a manifestar una serie de sintomatologías y enfermedades comunes que en la mayoría de los casos, llegaban a desaparecer al cabo de pocos días de abandonar sus lugares de trabajo y volvían a manifestarse al poco tiempo de la reincorporación a sendos puestos laborales. Ante esta realidad y después de varios estudios, se acabó constatando que lo que enfermaba a las personas era la contaminación concentrada en los conductos de ventilación de los edificios donde trabajaban.

A mediados de la década de los 80 la OMS declaró el Síndrome del edificio enfermo como una enfermedad y pautó un protocolo de actuación que previene y protege a las personas.

Tras varios estudios, se ha comprobado que, sea por elementos químicos, biológicos (bacterias, hongos…), físicos (ruidos, humedades…) o por una mala elección de material de construcción o de sistemas constructivos, mantener limpio y en buenas condiciones un edificio es vital para la salud de las personas.


¿Qué enferma un edificio, como detectarlo y qué hacer?

Falta de programas de limpieza apropiados

Implantar un sistema de limpieza personalizado y regular en un edificio es importantísimo. Demasiado a menudo no se presta atención a los techos o a los sistemas de iluminación, en Neteges Bages disponemos de la tecnología apropiada para desarrollar con rapidez y efectividad este tipo de trabajos.

Limpieza de moquetas y tapizados

Los ácaros, hongos y otras bacterias no solo se concentran en telas y moquetas, sino que los convierten en sus particulares reinos, por eso es fundamental realizar limpiezas en profundidad de estas superficies. No basta con pasar la aspiradora cada día.

Higienización de los sistemas de ventilación centralizados

Las ventanas que no se abren, el nulo intercambio de aire interno y externo, provoca elevados índices de contaminación dentro de un inmueble, de ahí que deba llevarse con regularidad y a conciencia un programa de limpieza en los conductos de aire interno de los edificios, para este tipo de trabajos en Neteges Bages contamos con un equipo de profesionales y con la tecnología necesaria para realizar una limpieza de sistemas de ventilación que nos permite garantizar todos nuestros trabajos.

El síndrome del edificio enfermo es totalmente evitable, sin embargo es importante que sepamos cómo detectar, prevenir y actuar ante un caso de “Síndrome de edificio enfermo”. A continuación detallamos las principales causas que provocan que un edificio enferme:


¿Cómo detectar un edificio enfermo?

Una de las sintomatologías más comunes son las enfermedades relacionadas con las vías respiratorias, pero esta no es la única a parte de esta, se pueden dar otras de forma simultánea como por ejemplo:

  • Mareos.
  • Jaquecas.
  • Alteraciones del gusto y olfato.
  • Lipoatrofia semicircular.
  • Eczemas en la piel.

La buena noticia es que normalmente toda esta sintomatología desaparece por completo cuando la persona afectada abandona por un tiempo el edificio infectado.


¿Cómo podemos solucionarlo?

Si el problema es estructural, nos hallamos ante un grave problema porque no basta con realizar programas exhaustivos de limpieza y mantenimiento, en un caso así es preciso consultar con expertos en estructuras y pedir un estudio detallado del estado del edificio.

Sin embargo, más a menudo de lo que pueda parecernos, devolverle la salud al inmueble es relativamente fácil, basta con implantar un sistema de limpieza y de mantenimiento profesional y regular. Algunos de los planes de actuación de Neteges Bages ante realidades como las que acabamos de describir se centran en los siguientes aspectos:


  1. Limpieza de los conductos de ventilación interna (aires acondicionados, extractores de humo…).
  2. Limpieza en profundidad de todas las superficies que puedan ser un foco contaminante como moquetas y otros textiles como cortinas, cabezales de cama tapizados, butacas, sillones, sofás, paredes tapizadas…
  3. Limpieza de todas las zonas comunes.
  4. Uso de productos de limpieza ecológicos específicos para cada superficie.
  5. Aplicación de programas de mantenimiento basados en la nebulización de todas las superficies.

Por otra parte, hay otra serie de acciones que desde Neteges Bages recomendamos si queremos que la atmósfera de nuestro espacio laboral sea sana, como poner plantas como el bambú o hiedra en las oficinas, usar humidificadores, abrir las ventanas del inmueble para que circule el aire.

Todas estas prácticas y hábitos no son costosos y sin lugar a dudas, benefician la salud del edificio y en consecuencia la de las personas que trabajan en su interior.

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